Recomiendan más cuidado ante calefacción no segura

El Ministerio de Salud recomendó aumentar los cuidados ante el riesgo de intoxicación con monóxido de carbono producto del mal funcionamiento de estufas, calderas, calefones, termotanques y cocinas a gas natural, así como del uso de leña o carbón para calentar los ambientes, que pueden ser mortales

Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas aumenta el peligro de intoxicación con monóxido de carbono, un gas venenoso que se produce por la combustión incompleta del gas natural, leña, carbón, kerosene, alcohol o nafta. Como el monóxido de carbono es invisible e inodoro y no causa irritaciones, el Ministerio de Salud de la Nación recuerda algunos consejos para evitar intoxicaciones por esta causa, como mantener los ambientes ventilados y controlar el buen funcionamiento de las  instalaciones y artefactos de calefacción.

Una observación que todos pueden tener en cuenta a la hora de evaluar el funcionamiento de los artefactos para calefaccionar a gas es asegurarse que la llama siempre sea de color azul. Los calefones no pueden instalarse en el baño y un gasista matriculado es quien debe revisar la salida exterior de los mismos y de las estufas. También hay que tener especial cuidado con los grupos electrógenos que funcionan con nafta o gasoil y con los braceros, ya que pueden producir monóxido de carbono.

La cartera sanitaria nacional, a cargo de Juan Manzur,  recomienda evitar calefaccionar los ambientes con el horno o las hornallas de la cocina y apagar las estufas antes de dormir. Según el Centro Nacional de Intoxicaciones, en Gran Buenos Aires y en las provincias, la mayor fuente de intoxicación es la que produce el uso del brasero por eso antes de ir a dormir hay que apagarlo y sacarlo de la vivienda para mayor seguridad.

Al inhalar monóxido de carbono éste reemplaza al oxígeno en el torrente sanguíneo. La falta de oxígeno afecta, en especial, al corazón y al cerebro. Los síntomas son dolor de cabeza, vómitos o náuseas, mareos, decaimiento, falta de aire y palpitaciones. A causa de esta situación, la persona intoxicada puede entrar en coma y morir, es por ello que ante los primeros síntomas se debe ventilar la habitación rápidamente, salir del ambiente e ir al centro de salud más cercano para ser atendido. El tratamiento consiste en el suministro de oxígeno.

Cada año mueren alrededor de 200 personas por intoxicación con monóxido de carbono, muertes que se podrían evitarse. Cuando hay intoxicación, actuar con rapidez es fundamental ya que la vida media en personas sanas que respiran aire contaminado por monóxido de carbono varía entre 3 a 4 horas.

Los niños, los ancianos, los que padecen enfermedades cardíacas y/o pulmonares, los fumadores y quienes habitan en zonas de gran altitud son los que tienen mayor riesgo de intoxicación.

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.