El delantero uruguayo, quien fue sancionado por la FIFA por morder al italiano Giorgio Chiellini en Brasil 2014, no podrá entrenarse ni jugar en un equipo de club durante los próximos cuatro meses, según lo ratificó el máximo organismo del fútbol mundial.
Ese punto de la sanción indica que no está autorizado a entrenar ni a jugar con un equipo en ese tiempo, indicó As.
La confusión surgió debido a que el pasado jueves el suizo Claudio Sulser, presidente de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, confirmó que la suspensión a Suárez no le impedirá una probable transferencia a otro club ni en los exámenes médicos.
En los próximos días es posible que se concrete el pase de Suárez del Liverpool inglés a Barcelona por 79 millones de euros, pero de hacerse la transferencia el uruguayo recién podría entrenarse en diciembre al lado de Lionel Messi.