Tigre tuvo todo para ganarlo; estuvo dos veces en ventaja e incluso contó con un penal para ponerse 3-1. Nada de eso sucedió y el Matador terminó dejándole a Colón la posibilidad del empate.
Fue un partido abierto en todo momento, ambos equipos mostraron herramientas ofensivas con sus consecuentes distracciones defensivas. Diego Vera, cumpliendo con la clásica ley del ex, fue quien abrió el marcador.
Minutos después, el histórico Clemente Rodriguez supo regatear a la defensa Matadora y establecer el empate.
Cristian Ledesma metió a Cavallaro, jugador que segundos después del empate de Colón, atrapó una pelota y tras una desatención en la defensa puso el 2-1. La posibilidad de liquidar el partido llegó cuando Federico González tuvo un penal; el remate impactó en el travesaño y salió.
Cuando se acercaba el final del encuentro, Javier Correa puso el 2-2 definitivo. Tigre pudo traerse los 3 puntos perfectamente; pero no lo supo liquidar.
Lo positivo es el funcionamiento del equipo, manejó el partido en todo momento y mereció ganarlo. Faltará empezar a plasmarlo en resultados y de a poco, lograr escaparle a los promedios.