El psicólogo deportivo Ricardo Antonowicz fue consultado sobre la figura de Lionel Messi. Analizó cómo vive el éxito y el fracaso y consideró que “necesita recobrar la fe”. También hizo foco en lo que le pasa al público frente a un mal resultado del partido.
Según el jefe de servicio de Psicología del Sanatorio Municipal Dr. Julio Méndez y coordinador de actividades asistenciales del hospital Borda, Ricardo Antonowicz (MN 11556), “Messi es un extraordinario jugador pero le adjudicamos nuestras propias proyecciones con la necesidad de que nos haga recuperar la capacidad de asombro que perdimos al volvernos adultos”.
“Algo así como si el asombro abandonara el dominio de la existencia cotidiana para ser recuperado en la figura del héroe”, continuó.
Para Antonowicz, “en estos partidos importantes se lo ve a Messi con una distancia absoluta y es absolutamente angustiante. Necesita recobrar la fe”.
¿Pero qué le pasa a Messi?
“Fracasa porque su estructura psíquica fracasa justo cuando se espera la jugada excepcional. El fracaso lo lleva incorporado. Quizás no pueda soportar su éxito, quizás no pueda mantenerlo, o quizás el éxito no pueda darle felicidad”, opinó el psicoanalista.
“Cuando se espera un triunfo, Messi pone en escena inhibiciones creadas por él. Algo lo deprime. Percibe el fracaso como meramente propio, como si jugara sólo en la cancha”, analizó.
“Messi es un elegido, pero sólo logra un triste resultado, algo que Freud llamaba los que fracasan al triunfar”, concluyó.
