Se llevó adelante, el juicio N° 11 de la Megacausa de Campo de Mayo, en el Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín, donde se leyó el veredicto, por los crímenes cometidos, contra treinta y dos trabajadores de la zona norte del Gran Buenos Aires, durante la última dictadura cívico militar. Entre los condenados estaban; Santiago Omar Riveros, Reynaldo Benito Bignone y otros cuatro represores.

Pasada la media tarde se dio a conocer el veredicto, en el cual hubo, sorpresivamente, tres absoluciones; de los cuatro miembros de la Prefectura imputados, solo fue condenado el de mayor rango: Juan Carlos Gerardi, quien deberá cumplir 9 años de prisión por un allanamiento ilegal, cuatro secuestros y reiteradas torturas.

Tras la bronca y el dolor, de los querellantes y familiares de los desaparecidos,  producido tras escuchar el dictamen, el abogado de derechos humanos, Pablo Llonto, explicó: “No estamos con un buen sabor, por que cada absuelto significa una marca de impunidad y mas allá de cualquier discusión técnica o procesal, esta sentencia será recurrida por nuestra parte y por lo tanto, vamos a dar la pelea hasta el final. Estamos esperando los fundamentos, que tendrán lugar el día  5 de noviembre. De todos modos, las condenas que hoy escucharon son importantes, aunque siempre que escuchemos la palabra absolución, a ninguno de nosotros nos va a gustar, porque esa palabra, golpea a las familias nuevamente. No queda otro camino que seguir peleando”.

El concejal por el FpV Hernán Letcher, adhirió a la causa y expresó: “Las 33 víctimas de este juicio eran en su mayoría trabajadores navales y ceramistas, que actuaban como delegados de base o activistas sindicales. Por eso, aunque absolvieron a 3 de los imputados, este juicio refleja que la dictadura tuvo un claro objetivo: implantar en la Argentina un nuevo modelo de acumulación donde las relaciones de dominación sobre los trabajadores se mantuvieran en el tiempo. Y expresó también que ese proyecto se implementó con la connivencia de muchos empresarios, confirmando el carácter cívico militar de la dictadura. Esa dictadura quiso refundar la Argentina en lo económico, a través de una redistribución regresiva del ingreso (impulsada por la caída del salario real y de la participación de los asalariados en el PBI), y a través de un modelo de acumulación financiera y ajuste estructural sustentado en la Ley de Entidades Financieras, el proceso de endeudamiento, y la valorización y fuga; la “tablita”, la apertura económica y la estatización de la deuda”.

Los ex generales Santiago Omar Riveros y Reynaldo Benito Antonio Bignone, fueron condenados a prisión perpetua y a 23 años de prisión respectivamente en el juicio por delitos de lesa humanidad en el que se ventilaron los secuestros y desapariciones de 32 obreros de las plantas de los astilleros Astarsa y Mestrina y de las cerámicas Lozadur y Cattáneo. Tres prefectos fueron absueltos.

Por último, Ciro Annicchiarico, abogado de la Secretaría de Derechos Humanos de La Nación, dirigió unas palabras a las personas presentes: “De todas maneras, esto para nosotros, no es ninguna derrota definitiva. Nosotros vamos a recurrir ante la Cámara Nacional de Casación Penal y vamos a llevar adelante nuestro reclamo hasta que haya verdaderamente justicia, respecto de los tres absueltos de hoy, que indudablemente formaron parte de la patota que secuestraron a los compañeros y tengamos en cuenta que hoy en sus ultimas palabras, pidieron perdón por lo que hicieron.