La funcionaria dijo que “el objetivo es ofrecer opciones de inclusión y trabajo a personas que en el pasado estuvieron recluidas en manicomios”.

En declaraciones a La Mecha, por Radio Provincia AM1270, la subsecretaria bonaerense de Salud Mental, Consumos Problemáticos y Violencias explicó que, mediante la iniciativa podrán llevar adelante diversos proyectos productivos en el área agroalimentaria con el fin de promover la salud, integrar sociolaboralmente a las personas que participan y generarles bienestar a través del apoyo a sus habilidades.

La funcionaria manifestó que la propuesta forma parte de “un trabajo de articulación que venimos haciendo con el ministerio de Desarrollo Agrario” y que “tiene como motivo la política de inclusión que caracteriza al gobierno de Kicillof”. En ese marco, agregó que “en materia de salud mental cobra una especial envergadura porque históricamente las personas con padecimientos mentales serios terminaron recluidas en manicomios”.

Calmels señaló que “las políticas de desmanicomialización buscan revertir una vieja historia de estigma y de exclusión respecto a esas personas”, pero también ofrecen “la posibilidad de que esas instituciones se conviertan en espacios que no sólo permitan políticas de inclusión a las personas que estuvieron internadas, sino también a toda la comunidad” para lograr un ámbito donde “puedan convivir y aprender con otros y no solamente espacios laborales para pacientes”.

La Subsecretaria recordó que “el Hospital Cabrera, que tiene 600 hectáreas, tiene una historia de haber sido una colonia agrícola en sus orígenes, hace 124 años”, que “se lo pensó como lo que se llamaba labor terapia porque trabajar el campo, la agricultura, la ganadería tenía efectos terapéuticos por sí mismos”. Calmels dijo que si bien el proyecto “fue abandonado”, resaltó que “nuestro enfoque hoy es la inclusión, entonces se está retomando esa tradición dentro de la nueva perspectiva, con un desarrollo importante de ganadería porcina, avícola, ovinos”, mientras que “otros hospitales neuropsiquiátricos tienen una política muy interesante de lo que denominan PUPAS, que son pequeñas unidades productivas”.