La Ciudad impulsa la Semana de Envejecimiento Saludable

Entre el 15 y el 20 de septiembre de 2025, Buenos Aires se une a esta iniciativa de la Legislatura Porteña (Ley 6008 y Decreto 324/18) para promover la prevención del deterioro cognitivo, coincidiendo con el Día Mundial del Alzheimer, que se conmemora el 20 de septiembre

El objetivo de esta semana es promover estrategias de prevención y cuidado de la salud, difundir información científica confiable y acercar a la ciudadanía los recursos que el sistema de salud de la Ciudad pone a disposición a través de sus programas, hospitales y centros de atención primaria.

Bajo el lema “¡Igualando Derechos!”, se invita a toda la comunidad a participar de distintos desafíos orientados a la prevención del deterioro cognitivo y al bienestar integral de las personas.

Entre las iniciativas, además de difundir hábitos de prevención, la Ciudad pone a disposición de los vecinos distintos programas y servicios gratuitos que acompañan día a día este camino hacia un envejecimiento saludable.

Desde las Estaciones Saludables en plazas y parques, con actividades físicas y talleres recreativos, hasta el Programa Gerontológico de Salud (ProGeSa) y el Programa Cuidar Cuidándonos, que ofrecen talleres de promoción y prevención en salud para personas mayores y cuidadores.

También los Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) con servicios de psicología y salud mental, y espacios hospitalarios como el Hospital Pirovano, que desarrolla talleres de estimulación cognitiva y de acompañamiento, forman parte de esta red de recursos que sostienen a la comunidad.

Desafíos para un envejecimiento saludable

1. Consultar al médico

La consulta médica periódica permite identificar y controlar factores de riesgo cardiovasculares que pueden afectar la salud cognitiva, como:

  • Hipertensión arterial
  • Diabetes
  • Colesterol elevado
  • Obesidad
  • Tabaquismo
  • Consumo de alcohol
  • Sedentarismo
  • Antecedentes familiares

Entre el 70% y el 80% de las enfermedades que podemos desarrollar están relacionadas con el estilo de vida y la alimentación. Una dieta saludable, junto con hábitos de vida activos desde edades tempranas, es clave para la prevención de enfermedades crónicas.

2. Sociabilización

Mantener una vida social activa reduce el riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Participar en actividades grupales, talleres, clubes o deportes ayuda a crear vínculos y prevenir la sensación de soledad.

“Mantener conexión frecuente con amigos y familiares está vinculado a un menor riesgo de deterioro cognitivo. Participar en actividades junto a otras personas fortalece la salud mental y emocional en cada etapa de la vida.”

3. Aprendizaje constante

La educación a lo largo de la vida fortalece la reserva cognitiva, que ayuda a retrasar el deterioro cognitivo. Aprender un idioma, realizar manualidades, jardinería o cursos presenciales u online puede estimular la mente y promover un envejecimiento funcional.

4. Estimulación cognitiva

Actividades como resolver crucigramas, juegos de mesa o lectura reflexiva ayudan a mantener el cerebro activo y a disminuir la velocidad del declive cognitivo.

5. Deportes y actividad física

El ejercicio físico no solo mejora la función cardiovascular y muscular, sino también la memoria y la salud cerebral. La clave es la constancia, sin importar la intensidad de la actividad.

¡Nunca es tarde para empezar a moverse! Incorporar actividad física diaria es un pilar fundamental para un futuro saludable!

6. Cuidar la salud mental

Reconocer síntomas de ansiedad y depresión permite buscar ayuda profesional a tiempo. Consultar a médicos y psicólogos contribuye a mejorar la calidad de vida y mantener la identidad personal frente a estas condiciones.

7. Valorar el descanso

Dormir las horas necesarias, sin interrupciones, es esencial. Para un buen descanso:

  • Evitar noticias negativas antes de dormir
  • Reducir el uso de pantallas (teléfonos, computadoras, tablets) por la luz azul que afectan al cerebro
  • Apagar el televisor antes de acostarse