Tras los buenos resultados obtenidos durante la experiencia piloto en alumnos de sexto grado, el Municipio replicará esta iniciativa de primero a quinto y en el nivel preescolar.
Con el programa de meditación en las escuelas para alumnos de sexto grado, que implementó el Municipio de San Isidro el año pasado, bajó la violencia escolar, mejoró la capacidad cognitiva de los chicos y su vínculo con los docentes. Ahora el desafío es extender la iniciativa de primero a quinto grado y también al nivel preescolar.
Con ese objetivo, profesionales del Servicio de Medicina del Estrés del Hospital Central de San Isidro llevan adelante jornadas de capacitación para unos 300 docentes del distrito.
“Los resultados en los chicos fueron sorprendentes: diminuyó la violencia escolar y mejoraron el nivel de concentración”, resumió el médico Daniel López Rosetti, al frente del proyecto.
Y agregó que la idea de este año, en principio, es realizar una prueba piloto de primero a quinto y con niños de cinco años.
Tras la jornada de capacitación, Florencia Gramajo, docente de la Escuela Malvinas Argentinas, opinó que fue una experiencia enriquecedora, ya que el objetivo es cambiar hábitos para “equilibrar la salud física, mental y emocional en toda la comunidad educativa”.
Laura Fernández, docente en los jardines de infantes municipales Nº 2 y 12, opinó: “La meditación fue muy útil, los chicos piden meditar todas las mañanas. Sería bueno replicarla en todos los niveles de educación”.
“Los alumnos demostraron gran capacidad para meditar y son agentes multiplicadores naturales de esta conducta en sus casas, algo que implica un beneficio extra, entonces qué mejor que aplicarla desde preescolar”, remató Mónica Otasegui, del Jardín de Infantes Nº7 de Boulogne.
