La puesta dirigida por el suizo Daniele Finzi Pasca, decide homenajear los orígenes del circo, enfatizando lo itinerante que caracteriza al universo del artista circense, mostrado a través de logradas procesiones y caravanas de recuerdos, con linda música como telón de fondo.
“Corteo”, que significa cortejo en italiano, propone una suerte de viaje onírico –un recurso presente en otros espectáculos del Cirque que se vieron aquí-, donde un payaso debe morir ysueña con su funeral todas las noches, investigando su memoria para celebrar momentos de su vida.
La cuidada estética del montaje, que identifica las producciones de la compañía hasta en sus detalles más pequeños, permanece firme en esa producción con más de 60 artistas, dotados de un lenguaje físico de excelencia, el brillo de sus trajes y las luces.
Sin embargo, ese cuidado parece vacilar en el correlato del trabajo dramatúrgico que deja cabos sueltos, restándole intensidad al texto que en ‘Corteo’ tiene un narrador, y vuelve a situar a la figura del payaso como testigo de una trama, sin lograr la consistencia dramática de un cuento.
El protagonista, el expresivo clown italiano Mauro Mozzani aporta su picardía y precisa torpeza capaz de emocionar, al jugar con los contrastes de los cuerpos junto a otros miembros de la troupe, y especialmente con su cómplice, el payaso argentino Victorino Luján, quien mide 2,08 metros.
“Corteo” fue estrenado en la ciudad canadiense de Montreal en 2005 y ya recorrió más de 52 ciudades, en 12 países distintos, y fue visto por 7 millones de espectadores.
La versión que puede verse en Vicente López tiene dos partes, con media hora de intervalo, apto para que el público visite los espacios destinados al el merchandising compuesto por diversos y caros objetos–tazas, paraguas, llaveros, máscaras- y los puestos de comida rápida.
“Corteo”, puede verse en Complejo al Río, Laprida y Bartolomé Cruz, Vicente López, hasta el jueves 7 de agosto.
