La diputada nacional por el Frente Renovador, se refirió al proyecto de ley que presentará el bloque, de extinción de dominio para activos del narcotráfico y la corrupción. 

El Frente Renovador presentará un proyecto de ley para que el Estado pueda quedarse con el dominio de los bienes asociados al narcotráfico y al lavado de dinero, pero que también alcanza los vinculados con actos de corrupción de funcionarios y de evasión de privados. También extiende la persecución a los activos que heredan los familiares de los condenados y los que se encuentren fuera del país.

Al respecto, Graciela Camaño, una de las elaboradoras del proyecto, sostuvo: “Esa ley hoy no existe. Impulsamos, por un lado, la creación de una acción de extinción de dominio, de carácter imprescriptible y autónoma de la investigación penal, para que pase al Estado la titularidad de los activos asociados con actividades ilícitas, ya sea por narcotráfico, lavado, venta de armas y corrupción, y las antijurídicas como infracciones, evasión y monopolios”.

Y agregó: “Una persona que comete un delito no merece la protección constitucional de sus bienes. Tenemos que ofrecer derechos y garantías a todas las personas, pero lo que no podemos hacer es seguir protegiendo los bienes que son producto del delito. El Estado debe caer ante un hecho ilícito inmediatamente sobre los bienes de la persona”.

Además Camaño afirmó: “Queremos que Argentina sea territorio hostil para todo caso de corrupción y manejos ilegales. Esperamos que la oposición no haga como en México que se dejaron comprar por los narcos y la ley no salió. La persecución, dice la ley, no tiene prescripción y tiene extraterritorialidad. Queremos transmitirle a la sociedad de que nadie va a enriquecerse con un delito y transmitirle al poder corrupto que ningún hijo va a heredar los bienes del delito”.

En esa línea, Camaño explicó que el proyecto avanza no sólo sobre los bienes directamente vinculados al lavado, narcotráfico y corrupción, sino también sobre los activos “equivalentes” del condenado, cuando no se pueda actuar sobre los primeros o los que herede a sus familiares