ACV hemorrágico: qué es y cómo reconocerlo

El Accidente Cerebro Vascular (ACV) hemorrágico o hemorragia cerebral es causante del 15% de los ACV totales. Se produce cuando una arteria o vena en el cerebro se rompe y derrama sangre dentro del mismo o en las meninges que son las capas que lo recubren. Esta sangre daña el tejido cerebral produciendo diferentes síntomas según la localización del sangrado. Habitualmente los pacientes con ACV hemorrágico tienen peor pronóstico y más secuelas que los pacientes con ACV isquémicos o infartos cerebrales. 

Asesoró Dra. Maia Gómez Schneider (MN 133267), encargada del área de enfermedades cerebrovasculares del Instituto de Neurología y Neurocirugía del Sanatorio de Los Arcos. 

¿Cuáles son los síntomas de un ACV?

Los síntomas de un ACV en general aparecen de manera súbita y repentina. Los más frecuentes son:

  • Debilidad o falta de sensibilidad de la cara, brazo o pierna, especialmente de un solo lado.
  • Alteraciones del habla, ya sea por no comprender o no poder expresarse correctamente. También puede producir alteración en la pronunciación.
  • Alteraciones visuales: de un ojo o los dos.
  • Alteraciones del equilibrio y la coordinación.
  • Cefalea muy intensa y súbita que puede ser aislada o repetirse varias veces.
  • Somnolencia que puede llegar al coma.

¿Qué hacer ante síntomas de ACV?

Ante un síntoma que genere sospecha de tratarse de un ACV es imprescindible actuar rápidamente. El primer paso debe ser llamar a emergencias o acudir a la guardia médica más cercana. Cabe destacar que no es posible diferenciar un ACV hemorrágico de uno isquémico solo por la presentación clínica, por lo que es necesario hacer una imagen cerebral (tomografía computada o resonancia magnética). Cuanto antes se inicie el tratamiento (internación, control de la presión arterial, monitoreo del paciente, requerimiento de cirugía en casos extremos), mejor será el pronóstico.

¿Cómo prevenir un ACV hemorrágico?

Un gran porcentaje de los pacientes con ACV tienen factores predisponentes o “factores de riesgo” que son tratables. Para prevenir un ACV es necesario:

  • Controlar la hipertensión manteniendo la presión arterial por debajo de 140/90. Este es el principal factor de riesgo para los sangrados cerebrales.
  • Controlar el consumo de medicaciones antitrombóticas (aspirina, anticoagulantes): siempre deben ser indicadas y supervisadas por un profesional.
  • Reducir el azúcar en sangre (diabetes) con controles periódicos con el médico de cabecera.
  • Mantener un peso saludable con ejercicio moderado y dieta balanceada.
  • Evitar el cigarrillo.
  • Ejercer un consumo moderado de alcohol: máximo una medida por día (200ml de vino, un porrón de cerveza)
  • Evitar el consumo de drogas ilegales: especialmente cocaína y drogas endovenosas como la heroína.

Es importante tener en cuenta que algunos pacientes, especialmente los jóvenes, pueden presentar malformaciones congénitas de las arterias o venas, como aneurismas o malformaciones arteriovenosas que predisponen a los sangrados, aún sin tener otros factores de riesgo. Sólo se realizan estudios preventivos en pacientes con antecedentes personales o familiares y bajo supervisión médica. Otros pacientes, en general mayores de 70 años, pueden presentar ACV hemorrágicos por enfermedades específicas.

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