El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, asistió al partido que se disputó, el sábado por la tarde, en la cancha principal del SIC. En un intenso encuentro, el CASI venció a los locales 30-20.
“Los sanisidrenses, desde chiquitos, nos fuimos conociendo alrededor de una pelota ovalada. Por eso este tipo de partidos, que registran momentos únicos, son tan especiales: hacen que las familias -tanto abuelos, padres y nietos- vivan unidas en un mismo sentimiento”, explicó Posse.
Además, destacó que a pesar de que el clásico es el “Boca-River del rugby” el ambiente en las tribunas es excelente: “Puede haber un poco de folclore entre las hinchadas pero de manera sana. A lo largo de los 80 minutos, la gente se comporta bien y actúa en armonía. Una vez que termina, la amistad prevalece y se comparten asados entre los fanáticos del SIC y el CASI”.
Desde los minutos previos al inicio del clásico, las tribunas se llenaron de familias que miraron el partido de intermedia a la espera del encuentro principal. En ese contexto, Martín Del Sol, fanático del CASI y que vive en Nordelta, afirmó: “Los clásicos son partidos llenos de emociones que hacen historia y dan los mejores cuentos para compartir con amigos”.
A su lado, Patricio González, oriundo de Martínez y socio del CASI, sostuvo que muchas veces el resultado de un CASI-SIC no refleja cómo juegan los equipos durante el año porque “es algo completamente aparte del campeonato y que se vive de otra manera”.
A puro papelitos, el encuentro empezó pasadas las 15.30. Rápidamente, el SIC sacó ventajas -con un penal de Benjamín Madero- pero el CASI igualó con un drop de Ignacio Almela. Poco a poco el CASI fue estirando sus puntos mediante dos tries -de Francisco Sansot y Bruno Devoto- y cinco penales. A pesar de los tries del SIC -realizados por Marcos Rosasco y Rodrigo Etchart- el partido terminó 30-20, a favor de los visitantes.
Mariano Miguens, padre del segunda línea del SIC -que lleva su mismo nombre-, comentó que fue una lástima perder pero que lo vivió feliz y emocionado por ver a su hijo dentro de la cancha.
“El SIC es como nuestra segunda casa, pasamos mucho tiempo acá y lo queremos con el alma. Hoy, lamentablemente, no se nos dio”, opinó Hernán Calvo.
Sergio Expert, del SIC, que fue junto a sus hijos, remarcó que “a pesar de la derrota, el SIC-CASI siempre es el mejor partido del año, sin importar el resultado”.