Se inauguró la temporada de verano para la tercera edad en San Isidro

Ante al calor, la pileta climatizada frente al río es una de las actividades preferidas por los jubilados que asisten a Puerto Libre. Esta práctica los ayuda a mantenerse en forma, a cuidar su salud cardiovascular y reducir el estrés.

El incomparable atractivo de una pileta en plena época de calor es un imán que arrastra a gente de todas las edades. Incluso, a los adultos mayores de San Isidro, que lejos de sentirse agobiados por las altas temperaturas del verano, se refrescan, se relajan, se distienden y se entretienen en el agua en el predio de Puerto Libre, sede del programa para la tercer edad “Juventud Prolongada”.

Desde los primeros días de diciembre, que se inauguró formalmente la temporada de verano, cientos de abuelos participan de las distintas actividades y juegos en la pileta climatizada en el centro recreativo ubicado en Martínez.

“Logramos cambiar los paradigmas de las personas mayores; hoy los encontramos con actividades con mucho movimiento, con una memoria motriz muy arraigada. Aquí hacen nuevos amigos y desafían el calendario con plenitud. Hay natación, spinning acuático, kayak, y gimnasia, pero también variadas actividades culturales con talleres de plástica, pintura, teatro, danzas y juegos”, sostuvo el director de Tercera Edad de San Isidro, Antonio De Pascua.

Y también contó que, todos los días, los micros buscan a los abuelos por sus centros de jubilados más cercanos para llevarlos a Puerto Libre. Allí, además de las distintas actividades, se les brinda el almuerzo con postre. “Buscamos mejorar su calidad de vida no sólo a través de distintas actividades sino también desde la sociabilización”, remarcó De Pascua.

En la pileta no sólo pueden sobrellevar el calor, sino que también realizan ejercicios de bajo impacto que los ayudan a mantenerse en forma, a cuidar su salud cardiovascular, y reducir el estrés.

Tras improvisar una coreografía en el agua, Graciela Nuñez, vecina de Acassuso, que hace más de 20 años que concurre a Puerto Libre, expresó: “Nos encanta estar en la pileta, el agua es maravillosa, nos ayuda a superar nuestros dolores y a su vez, nos divertimos. Puerto Libre es todo para mí”.

“Uno acá se siente joven, tiene su lugar; si no la pasáramos tan bien, no vendríamos”, contó Julia Salazar, de 60 años. Además, su amiga de Martínez, Hilda Ferreiro, agregó que hay que darle las gracias a Dios por poder contar con un espacio así, “es un lugar único en el mundo, somos felices”, dijo sonriente.

El Municipio de San Isidro hace más de 30 años que lleva adelante el programa Juventud Prolongada, a través de 96 centros de jubilados en el distrito, concentrando sus actividades en Puerto Libre. Es un predio junto al río, una pileta diseñada para mayores, comedores, quinchos y mucho espacio verde.

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