Cuarentena y alimentación consciente: cómo darle un sentido ecológico a nuestros hábitos

A medida que la cuarentena avanza y con el fin de contener la propagación del Covid-19, la necesidad de mantener una buena y variada nutrición se hace más presente. ¿Por qué? Las personas con sobrepeso han pasado a engrosar la fila de los llamados grupos de riesgo. Esto se debe a que ciertas características de su sistema inmunológico hace que sus respuestas ante un eventual contagio sean menos efectivas en comparación con el resto de la población que no tiene exceso de peso.

En Argentina, el 61,6% de las personas tiene sobrepeso u obesidad, por lo que se trata de un amplio sector de la sociedad al que se le debe prestar especial atención. Por suerte, estar en casa se convirtió en un momento ideal para realizar una auto-observación y repensar la relación con la comida y los alimentos.

A través de una buena alimentación y hábitos saludables, se fortalece el sistema inmunológico y se logra una vida balanceada. Sobre todo, en momentos en que las defensas precisan estar lo más elevadas posibles. Es interesante pensar, por ejemplo, a la nutrición necesaria como un arcoiris:

● Los alimentos blancos (como por ejemplo el ajo), son ricos en fitoquímicos y potasio, que ayudan a reducir los niveles de colesterol, bajar la presión arterial y ayudan a prevenir la diabetes.
● Los alimentos violetas (uvas, ciruelas, moras, etc.), que son aquellos cuyos antioxidantes y fitoquímicos combaten el envejecimiento, disminuyen el riesgo de cáncer y preservan la memoria.
● Los alimentos verdes (pepino, kiwi, berenjena, etc.) contienen luteína, un antioxidante que refuerza la visión. También tienen potasio, vitamina C, K y ácido fólico.
● Los alimentos de color naranja (ananá, naranja, zanahoria etc.), ricos en vitamina C y betacaroteno, ayudan a mantener una buena visión, conservar la piel sana y reforzar el sistema inmunitario.
● Los alimentos rojos (manzana, morrón, tomate, etc.) que son aquellos ricos en fitoquímicos como el licopeno y las antocianinas, que mejoran la salud del corazón y disminuyen el riesgo de cáncer.

En ese sentido, existe una serie de consejos que son claves a la hora de realizar una auto-observación sobre nuestra alimentación en tiempos de cuarentena.

1) Respetar las 4 comidas previene tener hambre entre comidas y facilita la metabolización de los alimentos.
2) Construir nuestro hogar como un “ambiente seguro”, que permita designar un lugar específico que será aquel en donde podremos sentarnos a comer en los horarios establecidos.
3) No tener libre disponibilidad de alimentos altos en azúcares y/o grasas. Estos son difíciles de controlar y es mejor reservarlos para ocasiones especiales.
4) La OMS (Organización Mundial de la Salud), recomienda realizar un plan de compra inteligente y consciente, que permita evitar el consumo excesivo de alimentos y una distribución desigual de los productos. Por lo tanto, debemos evaluar las necesidades y los productos con los que contamos en nuestras casas y planificar el consumo en base a eso.

En relación con esto, entra en juego la necesidad de comenzar a establecer una perspectiva y una conciencia ecológica. ¿De qué se trata esto? de intentar, paulatinamente, adoptar diferentes alternativas ecológicas que ayuden a lograr un equilibrio tanto con nuestro medio ambiente personal, como con el global:

1) Ser estratégicos con el uso y elección de los ingredientes para consumir. De tal forma, es fundamental priorizar aquellos que son frescos y que tengan una vida útil más corta o adelantada que el resto.
2) Para evitar el desperdicio de alimentos, podemos considerar también congelar las sobras para otra comida y sanitizar los productos para ayudar a prolongar su vida guardados en la heladera.
3) Ser prudentes y evitar el consumo de alimentos o productos ultraprocesados, que tienden a ser altos en grasas, azúcares y sal.

El sentido de la ecología y la conciencia sobre el medio ambiente es fundamental para poder mantener y, en caso de necesitarlo, bajar de peso. Además, dado que la obesidad es una enfermedad crónica, la propuesta de abordaje debe estar en equilibrio con el entorno para que sea sustentable al largo plazo.

Cuando se produce exceso de peso, interactúan factores genéticos, biológicos y ambientales. Si bien el pilar del tratamiento es adoptar un plan de alimentación saludable y realizar ejercicio, muchas veces es necesario sumar asistencia médica y fármacos para su tratamiento. Hoy en el mercado existen medicamentos aprobados para tratar a las personas con obesidad: Orlistat, Liraglutida y recientemente se aprobó un medicamento en comprimidos que combina Naltrexona y Bupropión y mejora el control de la ingesta actuando sobre la saciedad.

Es una realidad que la cuarentena ha traído muchas dificultades y complicaciones. A pesar de ello, es importante destacar que invitó a reflexionar sobre el tipo de alimentación que llevamos y nos enseñó que hay cosas que sí podemos modificar para cuidar nuestra salud y bienestar.

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