El hombre que estaba atrincherado hacía más de nueve horas murió al tirotearse con efectivos de grupos tácticos, mientras que el rehén también fue hallado fallecido. Tres policías resultaron heridos.
Un hombre con antecedentes penales y fuera de sí permaneció cerca de 10 horas atrincherado en su casa de la localidad bonaerense de Caseros, efectuó unos 300 disparos y asesinó a un amigo al que mantuvo como rehén, hasta que finalmente murió baleado por la policía que irrumpió en la vivienda, informaron fuentes judiciales, policiales y el ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni.
Desde las inmediaciones del domicilio donde transcurrió la toma de rehenes, Berni dijo a la prensa que, en base a la evaluación realizada por una psicóloga que tomó contacto con el agresor, éste estaba bajo un «delirio místico descontrolado», que cada vez que intentaban hablar con él «respondía con disparos» y estaba parapetado de tal forma que mantenía una posición «prácticamente inquebrantable».
Sobre el otro fallecido, el ministro dijo que hay que evaluar en qué situación se hallaba en la casa y que, de acuerdo a lo establecido por el médico policial, «por la temperatura y la rigidez del cuerpo llevaba más de cinco o seis horas de fallecido», es decir que estaba muerto cuando irrumpió la policía en el PH situado en Tres de Febrero al 3900, de Caseros, luego de romper una pared.







