Hipertensión Arterial: es hora de “despertar” los cuidados para controlar una enfermedad silenciosa y de alto riesgo

En la Argentina se estima que afecta a un tercio de los adultos, aunque la prevalencia podría ser aún mayor. Diagnosticar a tiempo, llevar una vida más sana y facilitar el acceso a la medicación son las claves para mejorar estas cifras preocupantes.

En el subte, en el trabajo o en una reunión familiar, alguna de las personas que nos rodea sufre de hipertensión arterial (HTA). Es que, según las estimaciones del Ministerio de Salud, uno de cada tres adultos argentinos tiene esta enfermedad silenciosa y de alto riesgo; aunque diversos estudios indican que la prevalencia es mayor: alcanzaría a casi la mitad.

El impacto en la salud de esta enfermedad -que afecta el corazón, las arterias, los riñones y el cerebro- la ubica al tope de los factores de riesgo a nivel global. Sin embargo, su avance casi sin síntomas hace que un bajo porcentaje de pacientes la controle. Muchos ni siquiera saben que la padecen.

El Día Mundial de la Hipertensión Arterial, que se celebra este 17 de mayo, plantea un desafío: poner el tema sobre la mesa y “despertar” los mecanismos para detectarla tiempo y avanzar con los tratamientos adecuados.

La situación en Argentina

La prevalencia de HTA en nuestro país permaneció estable en los últimos años y se acepta que uno de cada tres adultos es hipertenso. En la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, publicada en 2019, cuando se sumaron los pacientes que conocían ser hipertensos (34%) con los que descubrieron ser hipertensos al realizarse el control de la presión arterial en la encuesta, la prevalencia llegó al 46%”, explica el doctor Pablo Rodríguez, jefe de la Clínica de Hipertensión Arterial del ICBA Instituto Cardiovascular.

Este último dato no está aislado, sino que coincide con la prevalencia que arrojó el estudio PURE (Prospective Urban Rural Epidemiology), realizado en poblaciones urbanas y rurales en varios países incluyendo Argentina.

Si bien se trata de una enfermedad “predominantemente asintomática”. Rodríguez detalla que hay una serie de síntomas que comúnmente se asocian a la HTA -pero que no son causados en la mayoría de los casos por ella-, como la cefalea, los mareos y el sangrado nasal.

Un dato importante: se recomienda que los hijos de padres hipertensos controlen con mayor frecuencia y desde edad más temprana su presión arterial. Este antecedente familiar aumenta hasta un 40% las chances de ser hipertenso y hasta un 70% si ambos padres lo son.

Escaso control

Consultado sobre cuál es la principal falencia en la lucha contra la enfermedad, Rodríguez no duda: “El escaso control. De cada 4 hipertensos, sólo uno tiene su presión arterial en valores normales”.

Al analizar en detalle de la situación, el especialista destaca una serie de factores. El primero es que entre un tercio y la mitad de quienes padecen la enfermedad, dependiendo la población estudiada, desconoce ser hipertenso

Por otra parte, la mayor parte de los pacientes necesita tratamiento farmacológico y en el 70% de los casos con más de 2 drogas. Sin embargo, en nuestro país, más del 70% recibe una sola droga y en general a dosis menores a las recomendadas”, señala el profesional, en base a los resultados de los estudios RENATA 1 y RENATA 2.

En simultáneo, la falta de adherencia a la medicación contribuye a que los controles no funcionen. “Al año de tratamiento, aproximadamente el 50% de los pacientes abandona el tratamiento o no lo toma de acuerdo a lo indicado”, agrega Rodríguez.

Detección temprana e impacto

El avance de la hipertensión arterial provoca daños en órganos vitales y graves riesgos para la salud. Los principales son:

  • Corazón: infarto de miocardio e insuficiencia cardíaca.
  • Cerebro: accidente cerebro vascular, deterioro cognitivo y demencia.
  • Arterias: aneurisma de aorta.
  • Riñón: insuficiencia renal.

La detección temprana y el consecuente inicio del tratamiento permite reducir el impacto de la enfermedad. La principal herramienta para el diagnóstico es la presurometría o monitoreo ambulatorio de la presión arterial (PA).

Hasta el 30% de los pacientes con PA elevada en la consulta tienen su PA normal en un monitoreo, fenómeno conocido como HTA de guardapolvo o bata blanca. Por el otro lado, hasta un 15% de los pacientes tienen la PA normal en consultorio, con valores elevados fuera del mismo, lo que se conoce como HTA oculta o enmascarada. Ambos fenómenos solo pueden diagnosticarse con registros realizados fuera del consultorio médico”, explica Rodríguez.

En cuanto al tratamiento, se basa en el uso de combinaciones de drogas antihipertensivas en la mayoría de los casos. “El uso de combinaciones de drogas en un único comprimido (2 o 3 drogas), conocidas como combinaciones fijas, mejora la adherencia al tratamiento y por ende, facilita el adecuado control de la PA”, agrega.

Denervación renal

En los últimos años surgieron métodos invasivos de tratamiento que facilitarían el adecuado control de la presión arterial. Por ahora están destinados a pacientes con hipertensión resistente. Se trata de quienes a pesar de recibir un tratamiento con tres fármacos antihipertensivos, incluyendo un diurético, no logran controlar su presión arterial.

La denervación renal es, dentro de estos métodos, el más estudiado y sobre el que se ha recabado mayor experiencia. Consiste en la introducción de un catéter en las arterias renales que permite, mediante diferentes técnicas, abolir los impulsos nerviosos que contribuyen al aumento de la presión arterial por mecanismos reflejos”, explica Rodríguez.

Esta técnica evolucionó en los últimos años, “con catéteres más eficaces y de más fácil utilización que han permitido mejorar sus resultados, al punto que recientes investigaciones han permitido evaluar los resultados de la denervación en hipertensos no resistentes e incluso en aquellos sin tratamiento farmacológico, con resultados muy favorables”, agrega.

Un cambio de parte de todos

Reducir la prevalencia de la hipertensión arterial depende de todos. De parte de los pacientes, no hay fórmulas mágicas: la clave es hacer una vida sana para reducir el riesgo cardiovascular vinculado a la enfermedad. Esto contempla actividad física regular, dieta baja en contenido graso y sal, mantener un peso adecuado, reducir el consumo de alcohol y evitar el tabaquismo.

De parte de las autoridades, “mejorar el acceso de la población a los medicamentos, incluyendo la inclusión de combinaciones fijas de antihipertensivos en el Programa Médico Obligatorio, como sugiere la Guía Nacional de HTA del Ministerio de Salud de la Nación, es una herramienta fundamental para cumplir con este objetivo”, sostiene Rodríguez.

La necesidad de afrontar este cambio está impulsado por un dato preocupante: la HTA es la principal causa de morbimortalidad en el mundo. “Solo el adecuado control de la presión en todos o al menos la mayor parte de los hipertensos, puede revertir esta lamentable situación. Todos los actores incluyendo pacientes, médicos e instituciones públicas y privadas, así como otras organizaciones vinculadas, debemos tomar una rol activo para que esto sea posible”, concluye el experto del ICBA.

Calendario

Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión, el ICBA invita a la comunidad a controlar su salud cardiovascular en la plaza Manuel Belgrano (Juramento y Vuelta de Obligado, Belgrano). La actividad tendrá lugar el 17 de mayo de 11 a 16hs, se suspende por lluvia. Más información en las redes sociales @ICBAInstitutoCardiovascular o en https://www.youtube.com/watch?v=2-Rz4nEJmWQ

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