Lactancia Materna, es clave impulsarla apoyando y educando

Si amamantar es una opción elegida por la mujer y acompañada por el entorno existen más posibilidades de una lactancia exitosa, con múltiples beneficios tanto para el bebé como para la madre

La leche materna está perfectamente diseñada para las necesidades nutricionales e inmunológicas del niño y la niña y ayuda a prevenir diversas infecciones. La lactancia materna promueve el vínculo entre la madre y su bebé, independientemente del entorno, y proporciona seguridad alimentaria al infante, desde el principio de su vida, contribuyendo a la seguridad alimentaria de toda la familia.

La pandemia de COVID-19 y los conflictos geopolíticos han ensanchado y profundizado las desigualdades, conduciendo a más personas hacia la inseguridad alimentaria. Es fundamental apoyar a las madres y los bebés para que permanezcan juntos y practiquen el contacto piel con piel y/o el cuidado de canguro, independientemente de que ellos o sus bebés tengan o no una infección por el virus COVID-19 sospechosa, probable o confirmada.

La lactancia materna fomenta el vínculo entre la madre y el hijo o hija, independientemente del entorno, y proporciona seguridad alimentaria a los bebés desde el principio de la vida. Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria apoyamos la iniciativa para proporcionar asesoramiento sobre lactancia materna, apoyo psicosocial básico y apoyo práctico de alimentación a todas las mujeres embarazadas y madres con bebés y niños pequeños.

En sintonía la Sociedad Argentina de Pediatría plantea la necesidad de “una responsabilidad compartida”: Enfocar la lactancia con corresponsabilidad nos lleva a asumirla como un hecho cultural, colectivo, una tarea compartida que tiene un gran impacto en la salud de la persona que amamanta y también de la persona recién nacida, tanto en lo inmediato como en la salud futura.

Promocionar la lactancia exclusiva hasta los 6 meses y luego continuarla hasta los 2 años, debe instalarse y fortalecerse en la sociedad como un derecho inherente a los individuos. En este sentido es importante plantearnos el compromiso como sociedad y la corresponsabilidad desde una dimensión que no es sólo familiar sino también laboral y social, ya que para poder sostener la lactancia es necesario el acompañamiento de la pareja, la familia y todo el entorno. A su vez, los ámbitos de trabajo deben adecuarse y propiciar ambientes que contribuyan a esta tarea.

Lactancia materna en Argentina

En nuestro país contamos con leyes y políticas públicas que garantizan los derechos de las personas a amamantar y ser amamantadas, como la Ley N° 26.873 de Lactancia Materna o la recientemente sancionada “Ley de los 1000 días”, que ofrece acompañamiento y asistencia en el embarazo y durante los primeros tres años de vida de los niños y las niñas, a todas las personas gestantes.

En este sentido, promocionar y fortalecer los Espacios Amigos de la Lactancia en los ámbitos laborales es fundamental, para que el fin de la licencia por maternidad no determine también el fin de la lactancia. La evidencia señala que por cada mes de licencia que se extienda se podría reducir un 13% la mortalidad infantil.

En Argentina, la 2ª Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS2, 2018-19) indica que la prevalencia de lactancia al momento del nacimiento es del 96.9% y más de la mitad de los niños (56.5%) fue puesto al pecho por primera vez en la primera hora de nacidos. Sin embargo, a los 6 meses, la lactancia exclusiva se reduce bruscamente al 43.7%. Según datos relevados en dicho documento, 1 de cada 10 lactancias se pierden por motivos relacionados con el retorno al trabajo. Según datos de la Encuesta Nacional de Lactancia Materna (ENALAC) de 2017 que relevó más de 23.000 casos en todo el país, la lactancia materna exclusiva se mantiene a los 2 meses en 6 de cada 10 niños (58%); a los 4 meses en 5 de cada 10 (51%); y a los 6 meses en 4 de cada 10 niños (42%).

“La alimentación con leche humana es beneficiosa tanto para el bebé como para la persona que amamanta. El inicio de la lactancia materna antes de la primera hora de vida es una estrategia sanitaria de gran valor por su asociación con la disminución de la morbi mortalidad neonatal. En lactantes, baja la incidencia de infecciones respiratorias y de diarrea, reduciéndose el riesgo de hospitalización por ambas patologías en un 57% y 72%, respectivamente. A largo plazo, también se observa que disminuye en 26% el impacto del sobrepeso y en 35% el de diabetes tipo 2.”, explicó la Dra. Gisela Martinchuk (MN 95637), coordinadora de la sección Neumonología Pediátrica de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y Secretaria del Comité Nacional de Neumología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

A su vez, la lactancia brinda una oportunidad de reforzar el apego, con beneficios para el desarrollo infantil, por lo que no sólo debemos asumirla como una forma de alimentar sino como una medida eficaz de salud pública que redundará en beneficios a largo plazo.

Si amamantar es una opción elegida por la mujer tenemos más posibilidades de una lactancia exitosa y en aquellos casos en que no es deseada, debemos evitar culpabilizar, ampliando la escucha sin juzgar brindando información adecuada. Es importante que el/la pediatra observe el momento del amamantamiento para evaluar la prendida y si el agarre es correcto. Existen dificultades que pueden presentarse durante la lactancia, como grietas, mastitis, abscesos mamarios; los profesionales de la salud debemos detectarlos oportunamente para evaluar la conducta más adecuada a fin de evitar el abandono o la suspensión de ésta.

La lactancia materna implica EQUIDAD en términos de alimentación: la leche humana siempre es de la mejor calidad y, como hemos señalado, todos los bebés tienen derecho a comenzar a alimentarse de la mejor forma.

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