La directora de Asuntos Jurídicos del Senado afirmó que bloquear esa posibilidad “demuestra el intento de encubrimiento hacia a un sector de poder”.

En declaraciones a Mañana es Mejor, por Radio Provincia AM1270, la abogada manifestó que “hay una fuerte vocación del Poder Judicial de no investigar” el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández. Se trata de una búsqueda por “cortar cualquier vínculo del atentado con la política” pese a que “cuando analizás el financiamiento siempre aparece un sector muy vinculado a la política”.

La directora de Asuntos Jurídicos del Senado consideró que “no se busca la verdad en un caso de tal magnitud”, y continuó: “Acá quisieron matar a Cristina Fernández en cuanto conductora política de un espacio”, lo que constituye “una vulneración del pacto democrático bastante significativo, cuando los argentinos habíamos dado como caída la posibilidad de la violencia política”.

Graciana Peñafort subrayó que “desde el momento cero de este intento de homicidio hubo una fuerte construcción mediática de parte de los grupos hegemónicos de apuntar a que eran dos ‘loquitos’ sueltos, cuando los contactos de esas personas demuestran que actuaban coordinadamente con grupos extremistas”. En ese sentido, agregó que “el intento de desvincular de la política la conducta de estos chicos, es tan evidente que resulta ofensivo seguir explicándolo”.

La letrada argumentó que el caso “estuvo vinculado a los discursos del odio porque era la época del alegato del fiscal Diego Luciani, que terminó en una sentencia vergonzosa que rompió todas las reglas del derecho”.

Más tarde, señaló que “no me preocupan tanto los candidatos de derecha, que no me gustan, sino esta derecha que hace del discurso del odio una herramienta política”, y explicó que “esos discursos seleccionan un grupo y lo estigmatizan para legitimar la agresión”. Peñafort dijo que “si no combatimos esos discursos, nos estamos resignando a una sociedad fragmentada por la violencia y la ausencia de una investigación reafirma esto” porque “hay una voluntad de que el odio se transforme en una herramienta de la política”.

La entrevistada advirtió que “siempre que se dan estos tipos de delitos tenés que ir al financiamiento porque te lleva a los responsables intelectuales”, por lo que “cortar esta investigación demuestra un intento de encubrimiento por parte del Poder Judicial a un sector del poder”.

Por último, lamentó que “debió ser muy shockeante para Cristina ver que alguien quería matarla”, y seguramente “eso le hizo tomar dimensión del odio” que se había construido hacia ella. “Su conducta posterior da cuenta de eso porque primero la quisieron matar y después llegó la sentencia aberrante, de la cual (la Vicepresidenta) dijo que la estaban proscribiendo”. Por lo tanto, se trata de una dirigente que “no puede ir a un evento público porque su vida está en peligro y tiene una sentencia arbitraria que la inhabilita para ser funcionaria”. Eso “es recibir todo el peso del odio sobre la espalda de una sola mujer, lo cual es muy cruel”, cerró.