El Intendente de Olavarría aseguró que el Gobernador no podrá demostrar gestión de cara a las próximas elecciones. Al mismo tiempo afirmó: «El kirchnerismo está terminando como el menemismo».
Uno de los jefes comunales alineados al Frente Renovador, José Eseverri, analizó el escenario electoral de cara a las próximas elecciones y aseguró que Daniel Scioli «viene de ejecutar una de las peores gestiones de la provincia en los últimos 30 años».
En declaraciones periodísticas afirmó: «La ciudadanía va a elegir un presidente que tenga proyecto de país, que nos represente a todos desde La Quiaca a Tierra del Fuego y de Mendoza a Buenos Aires». Y agregó que otra característica que deberá tener el próximo Presidente será «demostrar capacidad de gestión y esto no va a poder demostrar el gobernador, que viene de ejecutar una de las peores gestiones de la provincia en los últimos 30 años, de las más pobres en calidad de gestión, y que va a tener los problemas de gobernabilidad propios de no ser un candidato querido por el kirchnerismo, más allá de terminar siendo candidato del kirchnerismo.»
En la misma línea, José Eseverri sostuvo: “El gobernador puso de rodillas a la provincia, no tuvo el coraje ni la capacidad de poder discutirle al gobierno nacional políticas que beneficien a los bonaerenses y, por el contrario, ha sido sumiso y acompañante. Eso lo transforma en un dirigente incapaz de generar un proceso de cambio porque está claro que, ante la menor duda, él se vuelve atrás o en vez de encabezar un proceso de cambio, se muestra como un hombre sin coraje de acompañar la rebeldía necesaria que a veces los países necesitan.»
Y frente a esto afirmó: «La Argentina necesita rebeldía a la situación que estamos viviendo, este proceso termina muy parecido al menemismo. Hay componentes que se repiten: un altísimo nivel de corrupción o de sospecha de parte de la sociedad y algo que en aquel momento se llamaba ‘discurso único’, y ahora se llama ‘relato’, pero que es igual; no acepta la disidencia ni los matices. Hay una sola mirada que se impone y la única que vale es la palabra de la presidenta, cuando la Argentina tiene verdades relativas por todos lados”.