En los últimos años han proliferado los empleos vinculados al mundo de las aplicaciones de delivery. Muchos de ellos utilizan diariamente sus bicicletas para recorrer cuadras y barrios enteros de San Isidro para acercar pedidos. Sin embargo, uno de sus principales reclamos es el no contar con una bicisenda para poder moverse con seguridad y rapidez, al mismo tiempo que cuidan su herramienta de trabajo.

A este pedido se le suma el apoyo de quienes utilizan su bicicleta tanto de manera deportiva, recreativa como también como medio de transporte habitual. San Isidro tiene mucha cultura bicicletera, la cual puede notarse al ver a sus vecinos moverse cotidianamente en ella. Esta predilección y uso impulsan el comercio, industria y servicios locales para bicicletas.

La semana pasada, bicicleteros, ciclistas y repartidores de aplicaciones apoyaron el ingreso al Concejo Deliberante de un proyecto de ordenanza para crear 50 km de bicisendas en San Isidro.

El concejal Marcos Alcides Díaz, autor de la propuesta señaló que “es hora de que los vecinos y vecinas tengamos más seguridad a la hora de movernos por San isidro. En otros municipios vecinos vienen trabajando para fomentar el uso de la bicicleta. San Isidro, un municipio con mucha cultura de bicicleta, con distancias relativamente cortas, es el lugar ideal para la implementación de una red de ciclovías.

Tenemos, de Boulogne al río, aproximadamente unos 10 km, y de Beccar a Vicente López 6 km. Además, no tenemos grandes pendientes como sí tienen condiciones para tener el mejor sistema de bicisendas del país, sólo falta decisión y compromiso político”.

Según trascendió del proyecto, el objetivo sería construir bicisendas y ciclovías por etapas, uniendo los distintos barrios de la localidad y priorizar el criterio de utilidad en el uso cotidiano. Sobre ello, Diaz dijo que “en San Isidro tenemos pocos tramos de bicisendas y están mal distribuidos. De hecho, su uso no está pensado para el uso práctico del día a día. Cuando uno ve los tramos que están actualmente se da cuenta de que hay muchas cosas en San Isidro que no se planificaron, y que se construyeron al tun-tun”.