Especialistas del Programa de Alimentación Saludable del Hospital Central de San Isidro brindaron una charla en Puerto Libre sobre la diabetes.

Con el objetivo de informar acerca de los aspectos básicos, prevención y tratamiento de la diabetes, en San Isidro se realizó un encuentro gratuito de nutrición en Puerto Libre.

Especialistas del Programa Alimentación Saludable del Hospital Central de San Isidro concurrieron al predio ubicado en Sebastián Elcano 2340, Martínez, para brindar una charla a los adultos mayores que asisten diariamente al lugar.

“Nos encargamos de llevar a toda la población del distrito información que pueda ayudar a corregir algunos aspectos de la alimentación cotidiana y, de esa forma, fomentar una vida más saludable”, contó la nutricionista Marcela Menaier, integrante del Programa de Alimentación Saludable.

Y explicó que, en el encuentro sobre diabetes, también se hizo hincapié en la importancia de hacer ejercicio, el uso de la medicación y la educación diabetológica.

Para lograr mayor atención y dinamismo en la charla, durante la actividad se llevaron a cabo juegos que explicaban algunas de las temáticas que se abarcaron.

“Me pareció muy interesante porque yo no soy diabética pero estoy al límite. Entonces me enseñaron muchas cosas que ayudan”, comentó Graciela Magrini, de Martínez.

A su lado, Edith Aragona, de San Isidro, remarcó “la importancia de que la comunicación sobre cuestiones saludables vaya hacia las personas y no las personas hacia ella”.

“La charla me pareció convincente y orientativa. Los especialistas explicaron todo muy bien”, concluyó Rodolfo Nens, de Martínez.

Qué es la diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica causada por una incapacidad del organismo para producir o utilizar la insulina, que es una hormona secretada por el páncreas que permite controlar los niveles de glucosa (azúcar) en sangre a fin de utilizarla como energía.

Sin insulina, los niveles de glucemia se elevan y causan a largo plazo daños irreversibles a nivel vascular en órganos y tejidos. Si no se trata, puede causar complicaciones tales como enfermedad coronaria, accidente cerebro vascular, ceguera, insuficiencia renal y/o amputación de extremidades inferiores.