Lo indicó la gobernadora bonaerense al participar de la apertura de la semana social. Abogó, además, para que los distintos secotres sociales «se encuentre en las diferencias» par avanzar.
La comisión episcopal de Pastoral Social y el gobierno coincidieron hoy en destacar la importancia de la «búsqueda de consensos y de diálogo» para resolver los problemas que aquejan al país, incluso el problema del desempleo, y la necesidad de terminar con «la Argentina de la confrontación».
Así lo expresaron en el marco de la apertura de la «Semana Social» que organiza la comisión episcopal de Pastoral Social en la ciudad de Mar del Plata, que deliberará hasta el domingo y en la que se aguarda para mañana la presencia de los titulares de las cinco centrales sindicales.
La inauguración del tradicional encuentro que realiza todos los años la Iglesia coincidió ésta vez con el veto anunciado hoy por el presidente Mauricio Macri a la ley antidespidos que sancionó la Cámara de Diputados esta semana, que buscaba prohibir los despidos y reinstaurar la doble indemnización, iniciativa que para el gobierno «va en contra de los intereses de los trabajadores».
«Hoy es un día muy especial por el anuncio del presidente. Quiero mencionar tres lugares donde hemos resuelto el problema de los despidos: Cresta Roja, Atucha y Tecplata. El verdadero camino para preservar el trabajo es el diálogo. En esos casos hablamos y hablamos y dialogamos hasta que nos pusimos de acuerdo. Le encontramos la vuelta y no perdieron su trabajo. Ese es el camino, junto al de la obra pública», dijo la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal al inaugurar el encuentro.
Junto a los obispos integrantes de la Pastoral Social, Jorge Lozano y Jorge Casaretto, participaron también de la apertura de la cumbre dos ministros clave del gobierno nacional: el de Trabajo, Jorge Triaca; y de Desarrollo Social, Carolina Stanley, que se sumó a último momento. Entre el público, también estaba el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y el secretario de la CGT Alsina, Antonio Caló.
En su discurso, con guiños a la Iglesia, Vidal citó a San Agustín y San Juan Bosco, y hacia el final al papa Francisco: «les pido que recen por mí, por el Presidente y los ministros, porque de esa manera estarán rezando por toda la Argentina», sostuvo la mandataria provincial.
«Nos duele la herencia que recibimos pero tenemos la obligación de decir la verdad. Nos duelen muchas medidas que afectaron el bolsillo de la gente. Se perdieron muchas oportunidades durante los últimos años y eso también duele», afirmó Vidal quien fue recibida con insultos en la puerta del hotel sindical donde se desarrolla el encuentro con una protesta de trabajadores judiciales, estatales y de la educación.
En otro tramo de su mensaje, dijo que el gobierno de Macri está «basado en la no violencia, el diálogo, la honestidad», abogó para que la Pastoral Social ayude a que los distintos sectores «se encuentren en las diferencias y podamos avanzar hacia un futuro mejor» y «terminar con la Argentina de la confrontación y apostar al diálogo, poniéndonos en el lugar del otro».
Por su parte, el titular de la comisión de Pastoral Social y obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano precisó que el lema del encuentro «Queremos ser Nación, necesitamos ponernos la patria al hombro» tiene que ver con que «cada uno, desde su propia vocación y lugar de trabajo, pueda ayudar a hacer crecer el bien común y el servicio a los pobres, especialmente en este año del Bicentenario» de la Independencia.
El ministro Triaca también habló de la importancia de la «búsqueda de consensos y del encuentro para conseguir oportunidades para todos» y trabajar en una «Argentina que nos incluya a todos, a través del diálogo consistente y genuino».
«Encontrar y priorizar los consensos por encima de las diferencias y como nos convoca el papa Francisco trabajar en la construcción de la unidad de los argentinos», manifestó el funcionario nacional.
Participaron también de la apertura otros obispos integrantes de la Pastoral Social, como monseñor Fernando Maletti y Jorge Lugones; el obispo de Mar del Plata, Antonio Marino; el intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo; y el subsecretario general de Luz y Fuerza, Roberto Caula.
El obispo de Mar del Plata encabezó la lectura de la «Oración por la Patria» y recalcó que la Iglesia busca ser el ámbito en el que «sea posible que las diferencias se puedan encontrar y dialogar», mientras que Caula llamó a «trabajar mancomunadamente y dejar de lado los intereses particulares, con una política que esté al servicio del pueblo, sin privilegios, pero sin inequidad».
El encuentro continuará mañana con distintos paneles pero el plato fuerte será a las 19 con la presencia de los titulares de las cinco centrales sindicales, quienes expondrán en un panel sobre la «unidad sindical» y fijarán su postura ante el veto a la ley antidespidos.
Según adelantaron los organizadores, estarán presente los líderes de las CGT Azopardo, Hugo Moyano; la CGT Alsina, Antonio Caló; la Azul y Blanca, Luis Barrionuevo; de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky; y de la CTA Autónoma, Pablo Micheli.
Por la noche, los sindicalistas compartirán una cena con los obispos y sacerdotes integrantes de la Pastoral Social en el mismo hotel sindical donde se realizarán las deliberaciones, que concluyen el domingo con un mensaje final.
«No somos operadores ni para un lado ni para el otro. Nosotros sólo prestamos la cancha y el partido lo juegan otros. Sólo buscamos trabajar por la cultura del encuentro», dijo a Télam monseñor Lozano en relación al rol que juega la Iglesia en el diálogo y el intento de unificación de las centrales obreras.
Con el aval del papa Francisco, la Iglesia viene acompañando desde hace tiempo espacios de encuentro entre las distintas vertientes del sindicalismo y oficiando como garante de la unidad de los gremios.
