Durante la edad escolar es probable que los niños y las niñas se contagien piojos. La picazón de la cabeza es la señal de presencia de estos insectos.
Si se detectan piojos se aconseja:
Consultar con el pediatra o dermatólogo para que indique el tratamiento más adecuado para eliminar tanto a los piojos como a las liendres.
No utilizar sustancias peligrosas (como kerosén, insecticidas, etc.). Estos elementos pueden ser tóxicos para la salud.
Lavar la ropa usada en el día con agua caliente (guardapolvo, bufanda, camisas, etc.)
Cambiar la ropa de cama y lavarla con agua caliente.
Lavar con agua caliente los peines y cepillo de uso diario.
Además, para disminuir la probabilidad de reinfección, es importante:
Revisar diariamente la cabeza de los niños y pasar el peine fino de metal.
Evitar compartir elementos que están en contacto con el pelo (hebillas, peines, vinchas, almohadas, abrigos).
La aplicación de vinagre sobre el cuero cabelludo no es tóxica y puede ser de utilidad ya que ayuda al desprendimiento de las liendres del pelo.