En Villa Adelina sobre la Avenida de Mayo, esquina Martín Rodríguez, se erige “Tandil” una verdulería donde además de frutas y verduras, los clientes pueden llevar libros, donarlos, intercambiarlos y sentarse a leer un rato.

Sus dueños, Gabriel y Miriam, son oriundos de esta localidad. Son pareja, tienen hijos en común y una larga historia de esfuerzo conjunto.

Miriam luego de haber criado a dos hijos decidió ponerse a estudiar, al ingresar a los cuarenta se inscribió en la Universidad donde se recibió de Psicóloga especializada en adultos mayores. Además de montar su propio consultorio, trabaja con adultos mayores en los geriátricos de la zona. Su técnica incluye dinámicas con la música y la reconstrucción oral de la memoria. Admira a Facundo Manes, su medio de transporte es la Bicicleta y contagia su buena onda a todo emprendimiento, en particular a la verdulería que comparte con su esposo y lleva el nombre de la ciudad que más les gusto.

Gabriel por su parte, se levanta a las tres A.M tres veces por semana para ir al Mercado de Abasto de Beccar donde compra la mercadería fresca que llega desde distintos puntos del país y que luego tendrá a la venta. Su oferta contempla los platanos colombianos, los Cakis, las Granadas, los Broconchinos y las variedades varias propias de las tradiciones de la comida milenaria que de a poco los Argentinos vamos descubriendo.

Un tipo que supo tener recaídas y de todas pudo levantarse.Definitivamente un pibe de barrio, con mucha calle que la vida le exige cada día ponerse a prueba. Al parecer el desafío lo sortea con alegría. A su manera acompaña a su mujer, que desde hace pocas semanas agrego a la biblioteca verdulera un taller de pintura para niños los sábados por la mañana. En estos talleres, los niños eligen una fruta o una verdura que van a pintar como naturaleza muerta en hojas y con pinturas que dona “Tandil” para realizar las exposiciones de arte en la semana

Los vecinos, sus clientes, sienten la buena onda que no abunda. Allí el lucro se humaniza, el negocio le da lugar al ocio creativo.

Para quiénes quieren apoyar emprendimientos comprometidos con su comunidad, para aquellos que quieren donar libros o intercambiarlos, para aquellos que buscan construir un mundo mejor “Tandil” se ofrece como una buena opción.

Solo hay que acercarse de lunes a sábado durante el día, vale la pena.