Fue lanzado desde la base de Kourou, en Guayana Francesa, para brindar servicios de televisión directa al hogar, acceso a Internet con recepción en antenas Vsat y telefonía IP a todo el territorio nacional y países limítrofes.
El cohete Ariane 5 inyectó al ARSAT-1 en una órbita a 300 kilómetros de la tierra, desde donde los técnicos de la estación terrena de Benavídez deberán dirigirlo a su órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de la superficie terrestre.
El cohete francés colocó al satélite argentino en una órbita elíptica y los técnicos de ARSAT serán quienes deban maniobrar el motor del satèlite para llevarlo a la órbita de 71,8º oeste en la menor cantidad de maniobras posibles para ahorrar combustible que es vital para prolongar la vida útil del aparato.