En la puerta hay fila para entrar. Es miércoles al mediodía en plenas vacaciones de invierno y está nublado: el plan es excelente para entretener a los chicos. Y también a los grandes porque el lugar está lleno de juguetes de todas las épocas.

Por eso, Gustavo Tórtora se emociona apenas entra a la primera sala Jugar Con Nada / Jugar Con Todo, donde hay juegos de patio como una rayuela y canicas. De la mano de una de sus nietas –está con las tres: Morena, Agostina y Rocío– dice sonriente que está sorprendido. Al lado, su mujer, Estela Maris Dearti, coincide: “Me encanta. Es bárbaro; es único poder compartir nuestros juegos con ellas. Es totalmente recomendable”.

En la sala siguiente Construir-Destruir hay más vitrinas, algunas mesas y sillas en las que varios nenes juegan con bloques para armar.

En una esquina está sentado Tiziano Giancarlo que, muy concentrado, agarra piezas imantadas y las ordena sobre una placa magnetizada, las mueve, las cambia; arma y desarma una cara con diferentes narices, ojos y bocas de metal. “Me encanta, es muy divertido”, afirma sonriente sin darse vuelta, girando sólo la cara hacia su mamá que le saca fotos.

La abuela de Tiziano, Viviana Belsus, dice que está impresionada. “Vinimos a acompañar a los chicos pero, de paso, vemos cosas con las que jugábamos nosotros así que es impactante. Me parece original porque es didáctico. Se nota que los chicos se sienten libres para jugar y hacer. Además, está bueno no tener que ir lejos, hasta Capital, para encontrar lugares así. Está muy buena la idea, lo recomiendo.”

Esa misma idea, la de no tener que irse hasta Capital para armar planes con los chicos, también la tuvieron muchas personas; por eso, en lo que va de las vacaciones de invierno, el Museo ya recibió casi tres mil visitas.

Tomás Caruso, coordinador del área educativa del Museo, cuenta que hay de todo: juegos al aire libre y de mesa, exposiciones, talleres, proyecciones audiovisuales. “Cada vez viene más gente porque siempre hay algo divertido para hacer. Hay muchas propuestas para pasar un buen momento en familia. A veces, se quedan todo el día acá”, comenta.

Además de esas dos salas, hay dos espacios temáticos más: Universo-Mi Casa, que muestra juegos de otros países o que sirven para viajar; y Trabajar-Descansar, que agrupa juguetes que representan el entretenimiento y algunos oficios.

Sentada frente a una gran casa de madera Nicole Acuña, de ocho años, juega con su hermana y una amiga: cada una es una muñeca e inventan historias. “Lo que más me gustó es ver juguetes antiguos. Hay muchos juguetes de antes que ahora no existen y está bueno verlos”, dice después de levantarse de la mesa.

Información Museo del Juguete:

General Lamadrid 197, Boulogne

Teléfono: 4513-7900.

Horario: Miércoles a domingos, de 11 a 17.

Bono contribución: $ 2