Desde la asunción del intendente, la Municipalidad canceló licitaciones que no se cumplían, renegoció contratos de seguros y racionalizó los costos de los alquileres de inmuebles. Con esos dineros ahorrados se impulsa parte de las obras de infraestructura que demandan los vecinos desde hace años.
La Municipalidad de Escobar lleva ahorrados $27.980.000 de las cuentas públicas a partir del proceso de modernización, eficiencia y transparencia del Estado que ejecuta la gestión de Ariel Sujarchuk.
“Desde el primer día que asumimos nos propusimos implementar una política clara y sencilla: el buen uso de los recursos financieros de todos los escobarenses. Cuidar el dinero que es de la comunidad resulta clave para afrontar el verdadero desafío de sanear los problemas de infraestructura que tenemos. Esta plata que nos ahorramos sirve para asfaltar calles, instalar luminarias y cámaras de seguridad, refaccionar los centros de salud y las escuelas, ofrecer guardias médicas. Todavía falta mucho por hacer, pero este es el camino”, explicó el intendente.
Los ahorros conseguidos por la gestión Sujarchuk radican en la baja de licitaciones que no prestaban servicios al municipio por $24 millones, la renegociación de contratos de seguros por $2.6 millones y la racionalización del alquiler de inmuebles para las dependencias del gobierno (una disminución de $1.380.000 anuales).
Luego de la mudanza de la Secretaría de Seguridad y Prevención Comunitaria al predio Villanueva de Ingeniero Maschwitz y del traslado de distintas dependencias de gobierno al edificio de atención al vecino en Belén de Escobar, la Municipalidad evalúa las posibilidades de instalarse en nuevos espacios que permitirían un ahorro anual extra de $1.5 millones.
“Nos propusimos un Estado municipal moderno sabiendo que lo moderno no es mejor ni peor pero sí interpreta el uso racional de las oficinas y de la tecnología a favor de los trabajadores y de los vecinos. Buscamos que en Escobar florezca un Estado eficiente, sinónimo de Estado transparente, al servicio de la gente y no de los dirigentes”, concluyó Sujarchuk.
