A mis queridos hermanos:
El Señor nos bendice abundantemente concediéndonos en este nuevo año la posibilidad de cambiar, de mejorar, de renovarnos. El tiempo es el gran regalo que el Señor nos hace a todos, y con él, la gracia de crecer y ser fecundos.
Es mi deseo que este nuevo comienzo nos siga encontrando en la senda del diálogo, la amistad y la solidaridad.
La riqueza del largo camino que juntos hemos recorrido es para todos signo de esa bendición del Señor. Que este año 5777 renueve y profundice nuestro vínculo fraterno.
Con el afecto de siempre, ¡shaná tová umetuká!