Ariel Sujarchuk alentó al debate “amplio y profundo” del proyecto de ordenanza que protege los humedales de Escobar

Después de enviar el pasado viernes al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que protege los humedales del partido de Escobar, el intendente Ariel Sujarchuk alentó a los distintos bloques políticos y organizaciones civiles a “debatir de manera amplia y profunda esta iniciativa, un avance sustancial en el cuidado del medioambiente ya que garantiza la preservación de unos 80.000 metros cuadrados, en lo que significa el proyecto de conservación de fauna y flora más grande y ambicioso de toda la provincia de Buenos Aires”.

En el mismo sentido, el jefe comunal exhortó a los concejales a darle rápido tratamiento al proyecto en el recinto y así aprobarlo antes de fin de año. “Esta iniciativa se inscribe en nuestro eje de políticas ambientales que llevamos adelante desde que asumimos la gestión, donde entendemos que el progreso debe venir de manera razonable y haciendo hincapié en la conservación de nuestros recursos naturales”, explicó Sujarchuk.

El documento elaborado por el Ejecutivo municipal remarca la necesidad de reformular parte de las acciones urbanas propuestas en el Plan Estratégico del partido de Escobar, a partir de una legítima preocupación por cuidar el medio ambiente, pero sin contradecir las legislaciones dictaminadas con anterioridad. De esta manera, la gestión de Sujarchuk busca evitar posibles demandas judiciales contra el municipio y sus vecinos por parte de los desarrolladores que ya recibieron la aprobación formal de sus proyectos urbanísticos.

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Sin embargo, el documento deja en claro que no aprobará nuevos barrios cerrados, clubes de campo y cualquier tipo de urbanización abierta o cerrada que modifique las condiciones ambientales y topográficas de las áreas de humedales insulares”, así como establece que permitirá las instalaciones educativas, actividades comerciales de probada tradición en zona de islas del Delta (apicultura, frutales y horticultura, por ejemplo), la crianza de animales, restaurantes, cabañas, recreos, antenas y paseos, entre otras. “Son todas actividades que demuestran poder minimizar su impacto sobre la topografía y no afectar el régimen hidrodinámico y de inundaciones propio del humedal”, detalló el intendente. Por otro lado, el proyecto prohíbe la caza comercial o deportiva, la realización de lagos o lagunas artificiales, el alumbrado de aguas salobres o saladas (que se produce al alcanzar la napa) y regulará el dragado de ríos y arroyos.

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