La pileta climatizada frente al río y el calor hacen que sea una de las actividades preferidas por los adultos mayores que participan en el programa municipal Juventud Prolongada.
“Estoy en el paraíso. En Puerto Libre hay paz, alegría, tranquilidad, diversión. Pedir más es imposible. Somos felices acá”, comenta eufórica Lucia Caz, desde la pileta climatizada, apenas termina la clase de aquagym.
La escena es en Puerto Libre de San Isidro, un predio de cinco hectáreas frente al río, al que todos los días –incluidos los fines de semana– asisten más de mil adultos mayores de 60 años.
Blanca Churruarín, de Boulogne, lo define como “lo mejor que le puede pasar a los abuelos”. Y sobre el programa municipal Juventud Prolongada, agrega orgullosa: “Acá revivimos 10 años. Es mentira que no se puede, a nuestra edad se puede todo. Es fabuloso lo que nos pasa en Puerto Libre, comemos bien y disfrutamos mucho. Creo que muy poca gente tiene en su partido lo que tenemos nosotros”.
Últimamente, una de las principales atracciones –por el buen clima y las ganas de disfrutar de estos abuelos– es aquagym, una clase de gimnasia aeróbica que se realiza en el agua y que es muy recomendada por los médicos para la tercera edad.
Con la música a todo volumen y un sol increíble, más de 40 abuelos siguen a las dos profesoras de educación física que frente al río mueven todo el cuerpo durante casi una hora.
“Estoy muy contenta”, dice Rosario Araceli Ramos con una sonrisa enorme desde la pileta. Al lado, Ángela Barroso, de Boulogne, de 85 años, afirma que siempre hace aquagym: “Me lo recomendó el doctor. Acá me ejercito, juego al tejo y me siento muy bien. Este es mi segundo hogar”.
Resistencia, flexibilidad y movilidad son algunos de los beneficios de esta actividad que, si el clima acompaña, se realiza dos veces por día. Además, como la pileta es climatizada, la temporada se extiende hasta abril.
El presidente del Concejo Deliberante de San Isidro, Carlos Castellano, visitó el predio después de una de las clases de aquagym y explicó que Puerto Libre es una gran inversión que repercute en la calidad de vida de los más de 20 mil adultos mayores que durante todo el año concurren.
“El lugar tiene una vista preciosa. Lo que se busca acá fundamentalmente es trabajar en prevención de salud, como un ámbito adecuado de contención y desarrollo donde construyan afectos para tener una mejor salud psicofísica”, agregó Castellano.
Hace 30 años abrió Puerto Libre y cada vez tiene más adeptos. En este centro recreativo se organizan caminatas; clases de folklore, tango y rock; talleres de plástica y pintura; actividades acuáticas como natación y gimnasia en el agua; juegos y recreación; yoga y estiramiento; tejo, croquet, bochas; entre otras actividades.
“Estamos haciendo muchísimas cosas para que la gente mejore su calidad de vida y encuentre en este espacio, un lugar en el mundo, donde puedan compartir con sus amigos y conocidos, momentos de alegría y distracción”, amplió el director de Tercera Edad, Antonio De Pascua.
