En los últimos diez años se investigaron 3.420 casos de sacerdotes acusados de abusar sexualmente a menores y, entre ellos, 884 fueron destituidos y apartados, indicó el representante de la micronación ante el Comité contra la Tortura de las Naciones Unidas (ONU), Silvano Tomasi.
El representante del Vaticano aseguró ayer que los casos de pedofilia ligados a la Iglesia están «en declive» y destacó que «las medidas adoptadas por la Santa Sede y las iglesias a nivel local han dado resultados positivos».
En abril, el papa Francisco expresó su dolor por los abusos contra menores cometidos por miembros de la Iglesia, pidió perdón y aseguró que no se dará un «paso atrás» en el tratamiento y las sanciones de esos casos.
Para enfrentar la situación, instituyó la Comisión para la Protección de los Menores que, el viernes pasado, tras su primera reunión, explicó que trabajará en programas de educación, formación y respuesta ante los abusos.
El encuentro de la Comisión tuvo lugar en la Casa de Santa Marta, la residencia del Vaticano donde también vive el papa, para presentar al pontífice sugerencias sobre las funciones del organismo y proponer el nombramiento de otros miembros de diversos lugares del mundo.