Para preservar el lugar, se lleva adelante el alambrado de un sector que en los últimos meses sufrió hechos de vandalismo y registró incendios e ingreso de vehículos.
Para brindar mayor seguridad a vecinos y visitantes y asegurar la conservación de la biodiversidad, el Municipio de San Isidro lleva adelante tareas para terminar de cercar un sector del Parque Natural Ribera Norte, la primera reserva natural municipal del país.
En 2009, a través de una ordenanza municipal, se amplió el Parque. De esta manera, se incorporaron dos sectores al sur del predio. Uno es actualmente el Vivero Municipal de Plantas Nativas, donde se cultivan más de 230 especies vegetales que se utilizan para la restauración del predio y se donan a instituciones y vecinos. El otro sector está entre el refugio original y el Vivero, espacio que forma parte de la reserva protegida. Los trabajos que realiza el Municipio se centran en esta parte, en sus accesos por las calles Monseñor Aguirre y por Almafuerte.
“La idea es que la conservación en ese espacio sea igual de efectiva que en el resto de Ribera Norte. Por eso es importante que los ingresos sean controlados y se permitan durante el horario que abre la Reserva”, explicó la directora de Ecología y Conservación de la Biodiversidad de San Isidro, Bárbara Gasparri.
A pesar de que es un área protegida en la que sólo está permitido el ingreso peatonal y está prohibido cazar, pescar, encender fuego o acampar, en los últimos meses, sufrió hechos de vandalismo como rotura de carteles, destrucción de vegetación, ingresos de autos, motos y camionetas e incluso fogones.
Luego de esos hechos, autoridades de la Reserva resolvieron controlar el ingreso a los sectores del refugio, vivero y relleno de este parque municipal, que ocupe 50 hectáreas y recibe anualmente más de 25.000 visitantes.
“Son una sumatoria de infracciones que se repiten periódicamente, especialmente en esta temporada de primavera. Es importante conservar efectivamente cada metro cuadrado de Ribera Norte con el objetivo de que sea viable a largo plazo; es decir, que podamos disfrutarla hoy y también las próximas generaciones. Entonces si hacemos un uso responsable de la reserva y cumplimos con las reglamentaciones internas para que podamos brindar un buen servicio, vamos a poder conservarla en muy buen estado durante varias décadas”, concluyó Gasparri.
