Alberto Asseff, Diputado del Parlasur por el Frente Renovador, emitió un comunicado, en el que acompaña y profundiza las críticas realizadas por Sergio Massa: “El salario no es ganancia, es remuneración. Hay 220.000 personas que no venían pagando ganancias y ahora si lo van a hacer”, advirtió Massa, en relación a la derogación del decreto 1242/2013 que eximió de Ganancias a los asalariados que al 31 de agosto de ese año tenían un ingreso neto de bolsillo inferior a $15.000 por mes.
Ese decreto generó una distorsión ya que no importaba cuánto ganaban esos trabajadores después del 31 de agosto de 2013, igual no pagaban Ganancias. Esos trabajadores, si ahora están por encima del tope empezarán a pagar.
En rigor, estos sucesivos decretos han generado un enjambre que sólo estudiosos contadores pueden manejar y desentrañar.
Es un impuesto absolutamente injusto y con las escalas inmodificadas desde 1999 las distorsiones son desopilantes: el que gana $42.000 paga igual tasa que el que tiene ingresos por un millón. Para colmo Macri anunció que estas escalas recién se actualizarán en 2017.
Además, la inequidad con autónomos y monotributistas es flagrante ya que no se los contempla en la elevación del mínimo no imponible a $30 mil brutos. Esta suba del mínimo también se quedó corta pues debió ser hasta $50 mil, pero además, NETOS y no brutos.
Por otro lado debería diferenciarse a la región patagónica ya que allí todo es más costoso y los salarios más altos como correlato natural.
